domingo, 1 de marzo de 2015

Presentado el cartel y cuadro de la Procesión del Silencio 2015.


 Hoy 28 de febrero a las 12,00 horas en la sede de la Concejalía de Cultura del Excelentísimo Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna en el antiguo Convento de Santo Domingo de Guzmán de esta Ciudad, ha tenido lugar la presentación por parte de la Cofradía de Penitentes de la Misericordia -radicada en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán- del Cartel de la Procesión del Silencio con el que se anuncia esta celebración que tendrá lugar el próximo Viernes Santo 3 de abril a las 22,00 horas desde la Santa Iglesia Catedral hasta la Iglesia de Santo Domingo. Este año se recupera el recorrido tradicional anterior al cierre de la Santa Iglesia Catedral, por la calle Carrera, Plaza del Adelantado y calle Santo Domingo. 
El acto ha estado presidido por el Cofrade Mayor de la Cofradía de Penitentes de la Misericordia, don Luis García Forte, don Lucio González Gorrín, párroco de Santo Domingo de Guzmán, don Juan Julio Fernández Rodríguez Presidente de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y doña Julia Afonso Chillón, artista autora del cartel. El cofrade Jesús Maury-Verdugo García ha dirigido unas palabras a los asistentes una vez se ha dado a conocer la obra. 
El cartel presentado es obra de la artista lagunera doña Julia Afonso Chillón y ha contado para su edición con la colaboración de empresas y particulares, destinándose todo el beneficio obtenido a la Asociación Española contra el Cáncer. La artista, nacida en 1976 en Santa Cruz de Tenerife en el año 1976, lugar donde desarrolla su carrera artística, es Técnico Superior en Artes Plásticas en la especialidad de Proyectos y Dirección de Obras de Decoración, habiendo cursado también estudios de Ciencias de la Educación en la Universidad de La Laguna, Inglés Empresarial, Informática y de Pintura al óleo, Diseño asistido por ordenador así como  Contabilidad y Protocolo. En Madrid estudió Planimetría, Dibujo y Psicología del color. Ha trabajado en diferentes proyectos expositivos, (con más de sesenta exposiciones tanto individuales como colectivas a nivel nacional e internacional en Tenerife, Gran Canaria, La Palma, La Gomera, Madrid, Castellón de la Plana, Girona, Barcelona, Almería, León, Galicia, Uruguay, Argentina, Colombia y Holanda) y se ha formado de manera autodidacta y experimental en distintas técnicas pictóricas. Con tan solo 14 años ganó el Concurso de diseño de Alfombras para el Corpus Christi de La Laguna. En el año 2010 aparece como escritora junto a otros autores en el libro Órbita Poética. Ha dado charlas sobre pintura reivindicando temas sociales y sobre la tecnología en su trabajo creativo. Ilustró el cartel de las Jornadas sobre la Mujer Afrolatina y Afrocaribeña de Uruguay y ha colaborado en multitud de proyectos benéficos como Ayuda a Haití, Ayuda a los damnificados por el terremoto de Chile, Ayuda a la ONG de Desarrollo Infantil Ayudemos a un Niño, etc.…Actualmente es miembro de la Asociación y ONG Sensibilizarte, formada por artistas que colaboran con diferentes causas sociales y humanitarias. Ha sido artífice en la creación de jornadas y eventos de maridaje entre el vino canario y  la expresión artística en distintos locales de su isla natal de Tenerife. También ha ejercido como miembro del jurado de un concurso de pintura municipal y decorado multitud de hogares y comercios, así como los camerinos de dos actrices con Oscar de Hollywood en sus rodajes en la isla de Tenerife. Ha publicado sus poesías y artículos de opinión en la prensa local y en diferentes espacios de internet. En la actualidad hace exposiciones temáticas, realiza encargos y da clases privadas a niños y adultos, siendo esta labor didáctica una de sus mayores pasiones. 
 La Procesión del Silencio tiene lugar en su actual forma desde 1953, tomando su idea por el entonces párroco de Santo Domingo de Guzmán, don José García Pérez, del antiguo enterramiento que con dicha imagen realizaban los frailes dominicos en el interior de su convento. Es una de las procesiones más emotivas y multitudinarias de la Semana Santa de La Laguna, en la que la imagen del Cristo Difunto es portada a hombros desde la Santa Iglesia Catedral hasta la de Santo Domingo de Guzmán por la Cofradía de Penitentes de la Misericordia, acompañada por el resto de las Cofradías de la ciudad, en la oscuridad de las calles, guiada por los cirios y faroles de los cofrades. Es la procesión cofrade por excelencia de La Laguna. A su llegada tiene lugar el tradicional Besapiés de dicha imagen. 
 El origen exacto de la imagen del Señor Difunto, pieza articulada de indudable categoría artística, es uno de los grandes misterios históricos, constituyendo una de las imágenes de la Pasión más antiguas del archipiélago vinculada a la desparecida familia Arguijo con referencias documentales de su presencia en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna antes de 1590. Hasta ahora han sido dos las hipótesis sobre su procedencia: la primera la adscribe a los talleres sevillanos del siglo XVI; pero últimamente toma consistencia su probable factura nórdica, ya que entronca con pautas estilísticas de Flandes y Alemania, (es una imagen realizada con el cuello y brazos articulados, algo muy extraño en la imaginería hispana o canaria). 
 La imagen desfila procesionalmente en la Semana Santa dentro de la original y única urna de plata, factura de orfebrería lagunera, donada en 1721 por don Amaro Rodríguez de Felipe, (Amaro Pargo), por su devoción. Las campanillas, cuyo sonido rompe el silencio de la procesión, fueron añadidas en 1814 obra del maestro platero lagunero don José Caladonia. 
 El cartel, a través de la técnica del óleo, representa al Señor Difunto custodiado por dos cofrades anónimos con el hábito de la Cofradía de Penitentes de la Misericordia, lo cuales llevan en sus manos el regatón utilizado para descansar las parihuelas que portan la imagen en su urna de plata durante el recorrido de la Procesión del Silencio. La escena se sitúa en el plano con una perspectiva complicada que envuelve de reposo y recogimiento el ambiente y donde predominan los colores morado y blanco que representan el sufrimiento, la piedad, la humildad y la pureza. Aunque la luna está ausente en la pintura, sí aparece su resplandor bañando la obra con esa luz misteriosa que caracteriza la noche en la que tiene lugar la Procesión del Silencio: la de la primera luna llena de la primavera. 











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